Encuentro 01-03 Noviembre 2024
“Navegando por nuestro interior”

Durante el primer fin de semana de noviembre hemos tenido la oportunidad de contar con María Rosaura González Casas, STJ en una formación sobre “Afectividad y sexualidad” para las hermanas de 2 a 25 años de vocación de todas las provincias de España.
Partiendo de un marco general de lo que es la madurez humana y afectiva hasta llegar a las concreciones de las etapas de la misma siguiendo a Jesús de Nazaret.
Ha dado un enfoque dentro de un contexto religioso y abordando temas como la afectividad, la identidad de género, la sexualidad y las relaciones interpersonales desde una perspectiva integral.
A continuación, destaco sus contenidos principales:
- Madurez Humana y Afectiva: Se describe la madurez como un estado de armonización física, psíquica y espiritual, necesario para consagrarse a una vida religiosa plena. La madurez implica la capacidad de reconocer y trabajar las propias emociones y experiencias afectivas, que influyen en las motivaciones y comportamientos. Este proceso es continuo y se enriquece en contextos sociales diversos, permitiendo el crecimiento personal a lo largo de nuestra vida.
- Afectividad y Sexualidad: La sexualidad se entiende como una dimensión integral del ser humano, influida por la historia afectiva y las experiencias personales. Se destaca la importancia de aprender a aceptar y canalizar la propia energía sexual sin reprimirla, sino integrándola en la identidad. Además, se abordan problemáticas relacionadas con la sexualidad contemporánea, como la pornografía y el cibersexo, y la importancia de un enfoque saludable para evitar adicciones y relaciones autodestructivas.
- Identidad de Género y Relaciones: la identidad de género ha sido interpretada históricamente y propone una perspectiva de género que promueve la igualdad y el respeto mutuo. Asimismo, se explora la diferencia entre la perspectiva de género y la ideología de género, siendo esta última vista como una construcción social que permite a cada persona definir su identidad sin limitarse a roles biológicos.
- Etapas de Desarrollo Afectivo y Sexual: El desarrollo afectivo se analiza en fases, donde la figura paterna y materna juegan roles clave en la consolidación de la identidad de género y en las relaciones futuras. La ausencia o debilidad de estas figuras puede dejar carencias afectivas y dificultar el desarrollo de relaciones interpersonales maduras y sanas.
- Autocuidado y Reflexión: Finalmente, se destacan actividades introspectivas y ejercicios prácticos para fomentar el autoconocimiento y la reconciliación personal. Esto incluye la revisión de la propia historia afectiva y sexual, la reflexión sobre experiencias pasadas y la construcción de una relación consciente con uno mismo, lo que permite a cada persona vivir su afectividad y sexualidad en plenitud dentro de su vocación religiosa.
Este enfoque integral busca fortalecer la madurez personal para vivir la consagración religiosa con alegría, entregando la vida en servicio a los demás y en comunión con la propia historia y afectividad.
A pesar de la densidad del tema, pero de capital importancia es de agradecer que hayamos tenido la suerte de contar con una explicación tan clara y precisa de temas que apenas se comentan y se hablan y, sobre todo, con esta perspectiva de seguimiento a Jesús. Los comentarios y análisis bíblicos de figuras como la hemorroísa y María de Betania han calado hondo y son pasajes que resonarán ahora de forma diferente en nosotras.
No quiero dejar pasar que en este contexto la liturgia cobró un lugar importante y con mimo y belleza vivimos la liturgia de las horas.
Agradecemos a las consejeras de Formación la iniciativa de este curso y a la Casa San Vicente por su calurosa acogida cuidando los detalles para que estuviéramos lo mejor posible.